miércoles, 23 de abril de 2014

El vuelo de la inteligencia.



Guadalupe Mendoza Linares. /trendii_@hotmail.com

Conocimiento, aprender, cerebro, mirar, descubrimiento y lingüística.
“¿De qué sirve que el entendimiento se adelante si el corazón se queda?” la ciencia, el arte y las demás ramas de la cultura, no son delicados pastos para exquisitos, ni lujosas actividades para ociosos. Son salvavidas. La inteligencia es nuestro gran recurso, nuestro gran riesgo y gran esperanza. Cada uno de nosotros tiene que tomar la decisión de proseguir o retroceder. Manejamos información: ver, aprender, relacionar, calcular, formar conceptos. Somos tan inteligentes que podemos prestar atención a lo que queremos, la atención inteligente consiste en atender cosas que no nos interesan nada. Hay que transformar la realidad, la inteligencia de la vida cotidiana. Nuestra inteligencia es lingüística.
 El lenguaje lo invento una inteligencia muda ser libre, ser sabia, ser invertida son las aspiraciones de la inteligencia. A la inteligencia hay que motivarla desde el primer momento que pusimos en práctica nuestra inteligencia no lo hemos dejado de hacer simplemente tenemos que ponerla en práctica, somos capaces de aprender y aprender cada día mas, por suerte nadie se ha muerto por estudiar. No seamos perezosos intelectualmente.

María, José, A. (2001). El vuelo de la inteligencia. Barcelona: editorial de bolsillo. 


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