Guadalupe Mendoza Linares. /trendii_@hotmail.com
Conocimiento,
aprender, cerebro, mirar, descubrimiento y lingüística.
“¿De qué sirve que el
entendimiento se adelante si el corazón se queda?” la ciencia, el arte y las
demás ramas de la cultura, no son delicados pastos para exquisitos, ni lujosas
actividades para ociosos. Son salvavidas. La inteligencia es nuestro gran recurso,
nuestro gran riesgo y gran esperanza. Cada uno de nosotros tiene que tomar la
decisión de proseguir o retroceder. Manejamos información: ver, aprender,
relacionar, calcular, formar conceptos. Somos tan inteligentes que podemos
prestar atención a lo que queremos, la atención inteligente consiste en atender
cosas que no nos interesan nada. Hay que transformar la realidad, la
inteligencia de la vida cotidiana. Nuestra inteligencia es lingüística.
El lenguaje lo invento una inteligencia muda ser
libre, ser sabia, ser invertida son las aspiraciones de la inteligencia. A la
inteligencia hay que motivarla desde el primer momento que pusimos en práctica
nuestra inteligencia no lo hemos dejado de hacer simplemente tenemos que
ponerla en práctica, somos capaces de aprender y aprender cada día mas, por
suerte nadie se ha muerto por estudiar. No seamos perezosos intelectualmente.
María, José, A. (2001). El vuelo de la inteligencia. Barcelona:
editorial de bolsillo.
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